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Big Bass Bonanza

No sé si es la humedad de Lima o los cortes de luz que ya parecen parte del menú diario – te juro a veces siento que mi barrio compite con el clima pa’ ver quién fastidia más, pero esa noche con la lluvia golpeando las ventanas y mi gato pidiendome comida cada cinco minutos, decidí jugármela de nuevo con Big Bass Bonanza. Y no, no fue por aburrimiento (bueno tal vez sí, un poquito), sino por esa mezcla entre esperanza y terquedad que uno siente cuando francamente, ya no queda ni señal pa’ ver memes.

Pros
  • Bonos que pueden dar buenas ganancias
  • Juego fácil de entender y símbolo chéveres
  • Animaciones y sonidos divertidos
  • Modo demo para probar sin gastar
Contras
  • Se pueden pasar muchas rondas sin premio
  • Los premios suelen ser pequeños
  • Bonus no siempre cae, toca ser paciente

👉 Mi ritual medio loco pa’ empezar

No tengo ningún amuleto de la suerte pero sí una costumbre medio rara que ni yo entiendo bien: siempre me hago un café justo antes de jugar pero lo dejo enfriar hasta que parece agua de charco. Nadie en su sano juicio lo tomaría, pero yo digo que ese último sorbo frío es como el pase directo pa’ que el pez grande salga. Ya sé suena tonto… Mi tía lo llama “café de la mala pata”, pero hasta ahora no me ha ido tan mal.

Antes de apretar el spin tardo un rato viendo el fondo del vaso y por alguna razón que ni los brujos de Surquillo podrán explicar, arranco con la versión demo del juego, pierdo un par de veces (es como hacer la primera jugada mala pa’ que después venga la buena) y ahí sí, ya todo listo pa’ apostarle unos soles reales. Y justo cuando el café se pone más feo—¡le doy!

big bass bonanza

👉 Cuando el pez picó de verdad

Ese juego tiene una vibra que engancha. No sé si es la música medio playera, casi siento que debería estar comiendo ceviche mientras pesco, o los símbolos que parecen sacados del mercado de Villa María: cañas de pescar, botes cajas, las boyas y ese pescador simpático que siempre me recuerda algo a mi tío Pacho cuando va de camping. Bueno, obvio el símbolo rey es el pez gordinflón—el que todos rezamos ver en las rondas gratis.

La cosa se pone seria cuando caen tres scatter con forma de pez y suena como si hubieras ganado el Mundial. Ahí entrás a las rondas de bonificación donde el pescador aparece y se lanza a sacar todo lo que puede (ojalá no?). Literal, esos giros gratis pueden cambiarte la noche. Recuerdo que esa vez, con la luz volviendo a parpadear y mi gato imposible encima del teclado, me salieron ocho spins gratis. No me la creí mucho al principio porque normalmente el pescador parece tener siesta.

Pero en el tercer giro salió el compadre pescando tres peces que ni sabías que podían entrar juntos. Cada uno sumaba y la barra arriba empezó a subir. Mi gato saltó del susto y yo casi le tiro el café encima. No sé si fue la energía de la lluvia, el café frío o mi superstición tonta, pero esa ronda me dejó con una ganancia que cubría el pan y el ceviche pa’ dos semanas. Pa’ que no digan que no pasan milagros en Lima, caraxo.

big bass bonanza es big win

👉 El método “cuchara volteada” y otros disparates

Te voy a contar otra rareza: antes de los giros, siempre tomo una cuchara—esa vieja de mango corto—y la dejo volteada sobre la mesa. Mi abuela decía que así las buenas vibras “no se caen” Capaz es pura tontería, pero el día que me olvidé la cuchara boca arriba sólo salieron boyas y cajas vacías, te lo juro.

Ahora hablando en serio: Big Bass Bonanza es puro suspense. Uno piensa que puede controlar algo, pero el juego se burla; esos pescadores salen cuando quieren, los bonos aparecen cuando menos los esperás y a veces apostás el doble y el pez ni asoma. Un día me frustré tanto (perdí cinco veces seguidas) que salí a la calle, todavía llovía y me compré un tamal pa’ levantar el ánimo. Al volver el primer giro fue pura maravilla, con símbolo de bote y el pescador lo sacó de una. Empieza a parecer broma pero el ánimo cuenta supongo.

Uno de mis trucos es no hacer siempre “spin rápido”—esa función turbo me ha dado sustos, pero no sé… la emoción de ver caer los símbolos lento esperando ese tercer scatter el que todos soñamos, no la cambio por nada. Hay veces que el juego parece darte chance cuando menos lo esperás como cuando creés que está perdido y ¡pam!, ronda gratis.

La estrategia que más uso es variar el monto. No siempre meto todo, a veces bajo la apuesta pa’ probar y curiosamente cuando hago eso el juego se pone generoso. ¿Será que los algoritmos leen la mente A saber. En una ocasión, con solo una apuesta mínima, me salieron cuatro pescadores en las rondas gratis. Si te soy sincero, ahí dudé si apagar todo y salir a comprar la loteria nacional.

Apuestas Gratis por valor de S/ 1000

👉 Lo bueno lo malo y lo que nadie te cuenta

No todo es alegria eh. Las tragamonedas pueden picarte más que mosquitos en enero. Hay días que no sale ni una caña decente y otros que parece que cada giro es un festival de peces. Yo siempre aviso: si vas a jugar no te emociones con las primeras ganancias. Esa noche por ejemplo, gané bonito pero al día siguiente el pescador me ignoró y lo que quedaba del saldo se fue como agua en la pista después de lluvia.

Si algo aprendí, es que Big Bass Bonanza tiene su propio humor. No te promete nada pero te engancha. Es divertido, sobre todo por el ambiente y los símbolos peruanos que uno reinterpreta: el pez es como el lenguado del Mercadito, la boya es esa vez que tocó sacar a alguien del mar en Ancón, y el pescador… bueno, todos tenemos un pescador en la familia.

Para mi esa noche de agua y café frío fue como una mini-película. Terminé con más soles de lo que esperé, mi gato se comió medio tamal y yo con ganas de volver a pescar pececitos virtuales al día siguiente. ¿Si recomiendo el juego claro, pero con calma y si pueden, alguna cuchara volteada cerca. En todo caso, no confíen mucho en los mitos… pero tampoco los descarten. Al final en Lima y con Big Bass Bonanza cualquier cosa puede pasar.

Margarita Gozalo Delgado
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