

Voy a escribir esto antes que se apague el wifi otra vez. Me llamo Marco, tengo 33 años, vivo en Lima y sí, soy de los que creen que los duendes traen suerte. Todo empezó hace como seis meses, un sábado de esos que el delivery de pollo a la brasa llega tarde y no tienes más que hacer mirar la pantalla. Ese día entre un amigo que chatea por Telegram y mi gato que decidió dormir encima de mi mano izquierda (nunca entendi por qué ese brazo), salió el bendito anuncio: “¡Juega Gold Party y gana como los irlandeses!” No sé pero algo me llamó, capaz era el duende dorado bailando o las monedas volando. Lo descargué de una y, desde ahi, no salí nunca más de ese viaje.
Ah por cierto, sabías que el nombre original de Inca Kola iba a ser “Kola Champagne”?. Pero bueno igual prefiero la amarilla para ser honesto.
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Te juro que si pudiera contarte cuántas veces el wifi me ha troleado justo cuando aparece el bonus, no me creerias. Una vez estaba ahí, con todos los compañeros reunidos, la pizza casi fría, y la máquina empezó a sonar como si la gloria estuviera a dos clics. Sale el duende —ese duende dorado que baila como si te estuviera vacilando— y ¡bing! aparece el simbolo de bono perfecto. TODOS gritando, mi amigo Carlos diciendo “va a caer, pa’ que veas”, y justo ahí: LAG. La pantalla se congeló. Silentio absoluto. A los segundos, mi vecino toca la puerta para pedir la contraseña del wifi, como si fuera la primera vez. El universo conspirando para que nunca vea si ese jackpot era mío.
Dato random: Mi vecino cree que las tragamonedas leen la mente con la cámara del celular. Me da risa, pero igual siempre le tapo el lente por si las moscas.
Ahora la mecánica de Gold Party, pa’ los que no sean tan viciosos aun: hay 5 rodillos y 3 filas, o sea la clásica. Los simbolos son la clásica horda irlandesa: tréboles, monedas, arpas y ese duende dorado haciendo caras. Tenes que lograr combinacion en las lineas de pago (hay como 25 me parece, pero siempre juego por defecto porque me da flojera). El truco son los símbolos especiales. El “wild” es la olla de oro, sustituyendo todo menos el scatter y el bonus. El scatter es otro duende pero más feliz, con un gorro que parece prestado del circo, y el bonus viene cuando salen las monedas verdes con el símbolo de jackpot.
No sé si ustedes tienen cábalas con los slots, pero aca en Lima la gente es bien supersticiosa. Yo la verdad, siempre juego con una Inca Kola a la mano. Si me sale “caliente”, eso significa que el bono va a caer, y si me sale “planchado” (así le decimos cuando no paga ni un sol), cierro sesión y me voy a ver memes. Hay quienes dicen que si tu gato se cruza, el bonus es seguro, pero a mí solo me ha traido lag.
Sobre la estrategia… no te voy a mentir. He leido mil foros, algunos dicen que apuestas pequeñas pa’ ir sumando, otros que te la juegues grande cuando sale el wild varias veces seguido. Yo hago lo que el feeling diga. Hay dias que le meto la apuesta mínima y cae el bono, otros donde le meto mas y me sale puro trébol barato. El otro día, mi amigo David juró que si decias “oro” en voz alta antes de girar iba a salir el duende dorado. Lo hicimos y justo salió otro símbolo, pero ni siquiera el wild… Solo la arpa.
Cuando te metes al bono de Gold Party, es lo más divertido: te salen mini rodillos donde hay que juntar monedas verdes. Si logras llenar todos los espacios… te sale el Grand Jackpot (que nunca me ha caído jajaja). Lo curioso es que parece que el juego decide cuando te quiere dar algo bueno; no es por tu habilidad, es puro azar. Igual yo tengo la fe de que algún día ese duende me lo va a pagar.
Por cierto, ¿sabian que el olor de la pizza fría se queda más tiempo en el aire que cuando está caliente Lo leí por ahí, mientras esperaba que cargue otra vez el slot.
Ha habido veces que el sonido de las monedas cayendo me a alegrado el día. La música de Gold Party es estridente, como de feria irlandesa —aunque confieso que la parte donde el duende grita sí me asusta a veces, sobre todo si estás jugando de noche. Entre risas he hecho streaming con amigos, aunque a veces la máquina no coopera y solo salen tréboles y arpas. El “wild” te salva, pero lo que todo el mundo espera es el bono de monedas verdes. Cada simbolo, cada salto del duende, me mantiene ahi dándole clic, esperando que el For-tún esté de mi lado.
Hay una vez memorable: estaba solo en casa, casi medianoche, todos en silencio menos el gato y yo. De pronto cae el bono, y el gato salta encima del router, tumbando el cable. Instantáneamente se va el wifi. Espero 10 minutos, vuelvo a la máquina, y cuando recargo… todo normal como si nada hubiera pasado. El duende ni se enteró. Me quedé ahi mirando la pantalla con el vaso de Inca Kola, preguntandome si los duendes peruanos son menos suertudos.
Y pa’ terminar: mi tio dice que el secreto de cualquier tragamonedas está en jugar mientras silbas. Yo lo intenté, pero creo que me salieron más perdidas que otra cosa.
Gold Party slot me hizo creer por momentos que podia ser millonario con solo apretar un botón. Pero si algo aprendí es que lo que vale la pena es la emoción, compartir la frustración con amigos y tener buenas anecdotas pa’ contar en el blog. El duende dorado… nunca se rinde y yo tampoco.
Ah, antes de irme: ¿sabías que el inventor de la Inca Kola nunca llegó a probar las primeras botellas porque odiaba el gas No me lo creo mucho, pero ahí queda.
Si juegas Gold Party slot, cuidate del wifi y del gato. A veces parecen aliados del duende, te lo juro.
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