

Voy a ser sincero, jamas pensé que terminaría gritando por culpa de una reina egipcia digital, pero las tragamonedas online te lanzan a universos locos y yo acabé en el Nilo. Mi historia con Legend of Cleopatra empezo un jueves cualquiera, cuando el jefe me salió con “reunión en 5” y opté por abrir algo que me hiciera sentir mas vivo que el Excel. Vi las joyas doradas, la música medio mística, gatos y ojos raros….y, fraancamente, me enganché.
Primero solo era curiosidad. Porque tanto gato egipcio ¿Quién rayos es ese con cara de saberlo todo Después de la tercer tirada, esos simbolos ya se sentían casi parte de la familia. Creo que mi favorito es el puñado de ojos azules, pero cada vez que aparecen dos Cleopatras seguidas, la mugre del corazon se acelera como si hubiera visto a Messi en Gamarra.
La verdad, las reglas me importaban poco al iniciar. Le daba click al botón y listo, pues. Aunque cuando descubrí que el gato negro paga decente, empecé a rogarle aparecer como si el wifi dependiera de el (y a veces parece que es asi).
No sé quién diseñó el internet de mi casa, seguro algún rival de Cleopatra. El momento exacto en que sale el bonus —ese bendito panel dorado gigante— el wifi decide que “no va más” Un dia estaba casi en trance, ya veia el multiplicador x7 reluciente en la esquina, y ¡pum! todo congelado, y el café derramado en el teclado. Juro que Cleopatra me miro con pena digital.
Mis tacticas, si se pueden llamar asi, son puro ritual barato:
Cuando salen las tiradas gratis la felicidad dura lo que un delivery en Lima: impredecible. He tenido rondas bestiales, con multiplicadores que se suman como una avalancha digital. Pero claro, cuando ya estás oliendo el retiro anticipado, el número mágico se va en “una mas” hasta rogar por el último sol. Si el bono cae cuando estoy riendo, o hablando solo, juraría que es porque Cleopatra se apiada.
Honestamente, hay dias que ni Cleopatra ni los gatos ni los ojos salvadores sirven. Juego con la persiana medio bajada, el perro del vecino ladrando y el teclado medio pegajoso por cafe viejo. Los mejores premios siempre han venido cuando no lo buscaba, justo cuando pensaba “le doy la ultima y abandono”. Esa ultima, obvio, es la que vale oro.
No me pidas tutorial, ni pienses que te voy a enseñar matematicas de tragamoneda (mejor me enseñas a mi). Lo unico seguro en Legend of Cleopatra: el caos está incluido y la reina siempre te mira como diciendo “dale arriesga todo… si te atreves”.
Si alguien ve mi cuenta de luz y mi historial de wifi, que no me juzgue. Yo sí volvería a apostar por los gatos, y por una reina egpicia que, de vez en cuando, te cambia el dia con un bono inesperado y un temblor en las manos.
¿Eso es ludopatia Probablamente. Pero esta semana sobreviví al wifi, al jefe, y hasta le gane a Cleopatra. Que mas se puede pedir?
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